Despacio por el espacio del Palacio

 

8ª propuesta de micro a partir de imagen del Blog "Brevedades"

El ser viejo hace que uno ya se sorprenda con poco o nada. Cada cual llega prometiendo, proponiendo, posponiendo y hasta pretendiendo.
¿Será posible? Esta gente no tiene remedio. Sin ir más lejos, desde que este jardín del palacio fue construido, en todo su esplendor, cambiaron de jardinero.
Al nuevo le sobraban plantas y se dedicó a pelotearle al jefe con bustos familiares, pero claro, bustos que llegaba el siguiente y quería los suyos.
Luego se acabó el dinero. Eran tiempos de crisis, o eso decían.
Plantas perdidas ¿A nadie le duele la naturaleza? Después llegó quien con setos lo arreglaba todo. Recortaditos, con mucho escondite…uhmmm, si yo contara todo lo que he visto.
Al de ahora le vuelven a gustar los chorritos y geranios. ¡Venga!. Muchos por aquí y por allá.
¡.Si el moro viera como le han dejado el tinglao!
Entre horteras con falditas, afrancesados, románticos y despelotados, cada cual, lo suyo ha dejado.

Yo sigo pasando igual que siempre…
Tooodos los días.
Caliento las piedras, le chuto a las plantas...y con las lagartijas y ranas echo el rato.
Haciendo hora, hasta que me amodorro y la luna me empuja.

Texto antiguo, antes de ser destripado por Puck:

El ser viejo, hace que uno ya se sorprenda con poco o nada. Cada cual llega prometiendo, proponiendo, posponiendo y hasta pretendiendo.

¿Será posible? Esta gente no tiene remedio. Sin ir más lejos, desde que este bonito jardín del palacio fue construido, en todo su esplendor, cambiaron de jardinero.

Al nuevo le sobraban plantas y se dedicó a pelotearle al jefe con bustos familiares, pero claro, bustos que llegaba el siguiente y quería los suyos.

Luego se acabó el dinero. Eran tiempos de crisis, o eso decían.

Plantas perdidas ¿A nadie le duele la naturaleza?  Después llegó quien con setos lo arreglaba todo. Recortaditos, con mucho escondite…uhmmm, si yo contara todo lo que he visto.

Al de ahora le vuelven a gustar los chorritos y geranios. ¡Venga!, muchos por aquí y por allá.

Yo sigo pasando igual que siempre.

…Tooodos los días.

Caliento las piedras, le chuto a las plantas...y con las lagartijas y ranas echo el rato.

Haciendo hora, hasta que me amodorro y la luna me empuja.

¡…Si el moro viera como le han dejado el tinglao!

Entre horteras con falditas, afrancesados, románticos y despelotados, cada cual, lo suyo ha dejado.