sábado, 25 de febrero de 2012

Camino del rosal


Sangrantes heridas comenzaron a aflorar.
De cuerpos con pieles sanas,
profundas llagas emergían ávidas de brotar.
Con los dedos, para verlas las abrías,
cuando yo tapaba y cuidaba de cerrar.
De remedios sanos las cubría,
pero con resistencia, nuevos y viejos focos vuelven a avivar.
El camino de rosas, lleno de púas a veces florecía,
conociéndolas y amándolas, ayudan a esquivar.

lunes, 20 de febrero de 2012

Cronicas de carnaval II



El carnaval del cómic acaba de elegir su Drag Queen del año. Con el nombramiento por parte del jurado y  de Tintín Porky, los fuegos artificiales rematan una Gala pletórica en público y acertada en ambiente. Es el momento oportuno para desaparecer o participar del verdadero carnaval, el del pueblo.
Mientras unos buscan su retiro, otras mascaritas ya ansían el ambiente de chiringuitos y baile.
Las risas, los gritos y las ganas de juerga van siendo devorados por el puchúm-puchúm-puchúm de las torres de sonido que ya dirigen el rebaño.
Tres Hello Kittys picaronas bailan, destacando su corsetería, una sopechosa enfermera de patas peludas se ofrece para dar fe del perfecto estado de las gatitas.
Entre el bullicio, Ofelia, la secre de Mortadelo y Filemón, con su talla 140 va apartando gente a golpes de ubre.
Un bebé va ofreciendo su chupete a quién lo quiera y algún  que otro Carpanta ya hizo la cama en el banco de la calle.
Hoy es el día de las reinonas y con lascivas y viperinas lenguas van en séquito saludando a quien se les acerca.
Las horas pasan entre bailes, copas algún que otro malentendido sin mayor importancia, la vida comienza en las inmediaciones.
Sentado sobre la acera, se puede ya encontrar a un payaso, cabizbajo y con la mirada "doblemente" perdida sobre restos de su cena mezclada con ese surtido garráfonico de brebajes engullidos.
En la esquina del fondo, sobre el capó de un coche, Catwoman y Superman nos muestran cómo la cordialidad entre superhéroes de distinta editorial no está para nada reñida en la fiesta del carnaval.
Supernenas, dejan ver sus blancos culos entre dos coches. En la fachada de enfrente Súper Mario Bross grafitea la pared, algo tiene entre manos,  moviendo el culo se tambalea y zigzaguea. En la misma acera, al fondo el chino del 24 h. corre a escobazos a un desteñido travesti de tres tetas. Dos más o menos en su sitio y otra fresquita en la barriga.
Y el hombre enmascarado…desde su atalaya, mientras despunta el día, observa la ciudad.

jueves, 16 de febrero de 2012

Crónicas de Carnaval



Algo falló.
La princesa...coronada Reina del Carnaval.
El Alcalde, tras  endosarse dos besotes y entregarle tiara y cetro desapareció.
Ahora lleva varios días luciendo la fantasía “Cerdito Porky”…

Enmascarado a pie de calle.

martes, 14 de febrero de 2012

San Valentín


San Valentín, a diferencia de otros santos que reactivan el comercio, se rodea de sospechosas compañías. Se sirve del tráfico de influencias en el cielo para usar ángeles alados que disparan flechas de consecuencias irreparables.

Y encima tiene buena prensa...

martes, 7 de febrero de 2012

Otra historia de amor



Quería escribir una historia de amor, pero tras varios intentos con distintas emociones que sacar, entre los sentimientos de mi corazón lo vi, titubeante y huidizo.
Oculto, tras alguna que otra historia fantástica…al fondo, cerca de los recuerdos bonitos, dentro de la caja que guarda toda mi niñez.
¿Cómo era posible que hubieran estado tanto tiempo olvidados?
Abriendo recuerdos, encontré algo maravilloso, eran mis sentimientos juveniles. Hoy día algo marchitos, pero inalterables a los ojos de mis trece años.
Cosquillas en la barriga, descansaban junto a los rubores al tropezarme de cara con la chica que soñaba. Mentes en blanco y situaciones de trágame tierra. Palabras que no salían, vergüenza y mucha timidez.
Amores verdaderos de trece años, que destapan si cabe una sana y mojigata visión de algo incontrolable, pero nunca cuestionable.
Quería con esto recordar mis trece años, los mismos que cumple el gran amor de  mi vida, el que lleva mi sangre…que de una u otra manera, late pulso a pulso por otro corazón. Parecido, comprendido. El de mi niña, que en tan poquito, se me ha hecho mujer.
Hoy escribo otra historia de amor. Proyectado, guiado y supervisado.
A partir de poquito me imagino que un poco menos compartido, ajeno, paralelo…espaciado.