Antes de que acabe el mes y me quede oculto dentro
de los archivos blogueros de "Esta noche te cuento", me gustaría
compartir mi versión de la propuesta de este mes de septiembre. Reconozco que
estoy un poco vago y que me cuesta escribir de un tiempo para acá, pero es lo
que tenemos los que no somos de letras, que aplicar ciencia al texto no siempre
funciona.
Las reacciones físicas y químicas mezcladas con
letras, suelen provocar que los experimentos fallen algunas veces y que la
literatura se quede perdida entre probabilidades y ecuaciones sin solución.
Intuyo que buena parte de la gente con la que coincido en estos lares míos y
vuestros os dedicáis de alguna manera al tema de la docencia, pero…quién me mandaría a mí meterme en esto. Luego me obsesiono y no
escribo o si escribo es buscando la manera ortodoxa de encontrar mi sentido a
todo esto.
Os dejo el enlace a mi fábula, que es…como no podía
ser de otra manera, de bichos y esas cosas, y...prometo hacérmelo mirar. xD
El muy gusano, pronto comprobó que su madurez podría ser muy
dulce, por lo que decidió vaciarla hasta dejarla seca y en el pellejo.
Cuando más harto y acomodado estaba, encontró el final merecido: un cuchillo afilado que cortando por lo sano le rebanó por el cuello.
Moraleja: El tiempo y la razón siempre son aliados del corazón.
Cuando más harto y acomodado estaba, encontró el final merecido: un cuchillo afilado que cortando por lo sano le rebanó por el cuello.
Moraleja: El tiempo y la razón siempre son aliados del corazón.