jueves, 15 de septiembre de 2011

Rebelión en la granja (the rimeik)


Lo que tenía que pasar, pasó y de ésta no se libraba ya ni la granja.
…¿Cómo no iban a tener su “reality show”?
A la granja como menos no podía ser, también afectó, y las discusiones comenzaron a ser de lo más normal.
Y es que desde que los zorros se metieron a políticos, ya ni acudían y el tedio sucumbió.
Afectar, lo que es afectar…hasta las gallinas ya trasnochan.
Pero escuchemos, escuchemos un poquito:
-“Estoy ya hasta la cresta de tanto cerdo”.
-“Pues anda que tú, que el gallito de tu marido tiene ya más cuernos que la vaca”.
-“Mira quien vino a hablar, háztelo mirar que estás peor que la cabra” –dijo la vaca.
-“Pero si a ti te miran desde que te has operado las tetas, so vacaburra”.
“Ya tuvo que hablar el pavo, siempre tan estirado, ¡hombre!”.
“Oye, ¿y de los conejos que sabes?, que siempre están liados y no salen nunca”.
…Y así, de esta manera, dale que te pego y cada uno a lo suyo, los días corrían.
Excepto los fines de semana. Para no variar, se anteponían los programas de misterio, y detectivescos, donde las gallinas cacareaban, encolerizadas preguntando por sus huevos, o algún lechoncillo pasado de kilos desaparecía.
Desde la KKRO… E M Ascarado

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