domingo, 22 de abril de 2012

Sospechas




-"...Y colorín colorado, este cuento se ha acabado".
Quico, que había estado escuchando atentamente toda la historia que su mamá le había narrado, se mantuvo en silencio durante unos segundos, una actitud de total expectativa, entre dubitativo e inquisidor. Ella sabía que no tardaría mucho en encontrar una pregunta con la que saciar esa curiosidad.
-La rana se convirtió en un apuesto príncipe...¿Cómo yo mami?
-Como tú...cariño.
-Entonces ¿por qué no le dices a tus amigas que no sean pesadas? Por más besos que me den...no me volveré otra vez rana ¿no?



14 comentarios:

  1. Que harto debe estar de las pesadas y demuestra ser muy avispado. Gracias por las rísas.

    Besitos

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    1. ¿Nunca llegaste a pensar...besucona a la vista?

      Besitos.

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  2. Jjajjajajja muy buen final.

    Besos desde el aire

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  3. Qué buena siempre la lógica infantil. Muy bien plasmada. Ahora, la foto da un miedo...
    Abrazos.

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    1. Miguelángel, a mí el miedo me pareció el del pobre chiquillo viendo aparecer pellizconas y besuconas.

      Un abrazo.

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  4. jajajajajajajaja!!!
    pobrecito, creo que tenía dudas, sintió miedo de convertirse de nuevo en rana!!!!!
    la foto está genial!!!!

    ABRAZOS ENMASCARADO

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    1. Sí escarcha, el pobre chiquillo quedó a medias en su mutación. Jajajaja

      Un abrazo.

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  5. Menos mal que tus palabras no han puesto voz a la foto, y yo creo que tu personaje es más dulce que el que nos muestras.

    Me encantan las preguntas infantiles ...siempre rozando el abismo de los pensamientos adultos.

    Un beso.

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    1. Sí, es verdad, tiene cara como de mosqueado por la que se le vino encima, jejejeje.

      Respecto a las preguntas, es cierto que la mayor `parte de las veces se las traen.

      Un beso.

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  6. Jajajajja, y esa mirada va a juego, que bueno!!!

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  7. A juego no sé, pero desde luego, no sería yo quien le diera el próximo beso, jejejeje

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  8. Jajajaja, impresionante micro!!

    La verdad es que los niños son absolutamente increibles, su imaginación no tiene límites, su curiosidad es capaz de dejarte ko.

    Me encantó el pequeño principito, porque oye.. ciertamente muy agraciado no es el pequeño niño...con esa mirada que da un poquin de miedo, esos ojazos saltones, (tal vez de su pasado sapito...) y con esos morrotes rosáceos plantados en toda la sien.. pobre criatura!!

    Si es que hay mamás, tias, amigas, abuelas y demás parentela que no saben parar... Si las pobres criaturas pudieran montar en rebeldía más de una se iba a enterar!!

    Besitos sin ánimo de volverte anfibio...que los mios son marinos, como mucho podría convertirte en crustáceo, algo así como Sebastian de la Sirenita..(que sé que te gustan los dibus, y el personaje es bien simpático...)aunque casi te prefiero así escribiendo con esa genialidad tuya.
    Lo dicho, besitos desde Girona.

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  9. ¡Ay sí!...me salió del alma.
    Me identifico mucho con el personaje. que no quiere decir que me parezca, que yo soy más feo, pero...que poco me gustaban los besos de las viejas cuando era crio.
    Sin embargo ahora me encantan. ¡mira tú! como ya voy para viejo, será que me molestan menos los de las viejas de mi edad. Jejejeje.
    Los tuyos...chiquilla, me los quedo igualmente, me arriesgo a volverme sapo, cangrejo o ameba.

    Besitos para ti

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