Sorpresa, estupefacción,
asombro, y hasta…alguna sonrisa de admiración. En el preciso momento de abrir el
cajón, todos los congregados pudieron comprobar que la levedad se debía a la
ausencia de quien debía ocupar ese lugar.
Matteo
Sorrentino había cultivado la fama durante muchos años, y a pesar de llamarse
realmente Genovevo Marcial Del Pueblo Cercano Decimotercero, desde el comienzo
de su carrera asumió que llamándose así y habiendo nacido en Calasparra,
Murcia, tendría que irse muy lejos para ser tomado con la seriedad que su labor
merecía.
La vida le
había dado varios dones, y tal vez los más destacados eran unas facultades
atléticas envidiables. Obtenidas…dicen, que de saltar desde balcones de bellas
señoras y señoritas para escabullirse con pies en polvorosa.
Su padre, que lo
veía venir ya de pequeño, le sugirió la idea y “Cero” -para los más allegados-,
aprovecho la visita al pueblo de un espectáculo circense para enrolarse en lo
que llegaría a ser su vida y de lo que recibiría toda la posterior fama.
Dicen que
tenía una capacidad innata que durante las doce generaciones anteriores,
ninguno de sus predecesores explotó: era vidente.
Todos los
números en los que intervenía, requerían de un proceso de concentración, en el
cual, como truco, usaba una visión a modo de flashback de un momento pasado de
su vida. Daba igual si era en el trapecio, lanzando cuchillos o de funambulista
en el alambre. Nunca repitió una misma escena, por lo que…claro, con el paso de
los años, ya agotados sus recuerdos pasados, tuvo que recurrir al momento
presente.
Fue por
tanto, la noche que le tocaba el que sería su último número, el de escapismo
encadenado desde un cajón sumergido en una piscina de agua, cuando en los
momentos previos al número dudó. Y vaya que si dudó, no hubo manera de
convencerlo de que entrara, por lo que al público enfadado la entrada se le
devolvió.
No fue de
extrañar por tanto, la reacción de quienes en el momento de abrir la tapa del
cajón que le serviría de ataúd, cuando al acercarse para ver el contenido, encontraron una nota que decía:
“Sí, síiii,
jajajajaja…y vosotros queríais que yo me metiera allí”.
Como algo se me tenía que quedar de todo ésto, algún truco pude aprender de Cero, y es el de duplicarme: hoy estoy aquí, y a la vez en "La Charca de las Ranas" de Puck.
¡Fantástico truco!
ResponderEliminarPuede que lo ponga en práctica la próxima vez que vea un marrón venir de lejos : una nota y a ¡volar!.
Tu truco de "duplicación" tampoco está nada mal : las charcas es un buen sitio para llegar corriendo. ;)
Besos Enmascarado.
Ya nos gustaría ¿verdad?
EliminarBesitos Laura
Sin haber bebido, hoy te veo doble, Enmascarado.
ResponderEliminarEstoy con Laura, tu micro plantea un gran truco a la hora de hacer frente a los marrones.
Buen relato.
Un abrazo,
Pedrooo, tú tambien...
EliminarPensé que eran imaginaciones mías, pero va a resultar cierto.
Un abrazo.
Mejor que Houdine, jajaj
ResponderEliminarUn abrazo
Y tanto...Lapislazuli. Alumno aventajado que fue.
EliminarUn abrazo.
ResponderEliminarPues, parece que por fin el Cero ha tenido una visión futurista muy acertada.
Visionó que encadenado dentro de un cajón sumergido en una piscina dejaría de ser el Cero y pasaría a “haber sido el Cero”, y se dijo :
¿Quién, yo?
Y allí se puso a escribir la nota…
Besitos
Querida ana de las suturas. Con una sola que tuvo fue suficiente.
EliminarBesitos.
me ha encantado! la forma en la que lo narras acompaña las aventuras del personaje... impecable!!!!
ResponderEliminar(ayer entrè varias veces pero siempre que quería comentar pasaba algo!!!) :(
ahora estoy escondida, que mi entorno no se entere que estoy leyendo y comentando, que nadie me interrumpa, shhhh!!!
;-D
SALUDOS ENMASCARADO
Gracias por tus halagos e insistencia en el comentario escarcha.
EliminarEse silencio exigido, viniendo de ti, debe ser sepulcral, cuidado con los sobresaltos.
Un abrazo
Este tío era un crack!
ResponderEliminarPolifacético donde los haya.
Vaya que si, el último numero fue sin duda el mejor, y la notita con guasa no tiene precio, un numero especial y nunca visto!
Genial como lo has contado, y los nombres anda que no te gusta enredar!!
(sonrío)
Besitos mediterráneos.
Gracias Gala, el truco perdecto para el escaqueo.
EliminarBesitos.
Más listo que el hambre...
ResponderEliminarAnda que le van a engañar.
Muchos tiros pegados Toro
EliminarSaludos
Jejejejejje no le pilla ni un galgo... Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Gracias Rosa, es lo que tiene ir siempre un paso por delante.
EliminarBesitos.
El truco final y el mejor, muy buen final el de tu micro.
ResponderEliminarY de paso se ve que algo se te ha pegado ¿no? También en la charca, voy a ver.
Besitos
El último lo inmortalizó.
EliminarGracias Ely, besitos.