El camino de vuelta no era sino el
mismo que cada día conducía a la familia Domínguez a casa. Como cada tarde,
Martín había recogido a Ámbar, la pequeña, de casa de los abuelos que la
cuidaban, mientras Carmen y él terminaban su jornada laboral.
Víctor, el mayor, esperaba a ser
recogido de la parada por Carmen y juntos aguardaban charlando unas veces o
curioseando por el chino mientras llegaba Martín.
De un tiempo para acá las cosas no
funcionaban como antes, y a pesar de que querían dejar al margen a los chicos,
ya habían decidido irlos preparando para un tipo de vida más acorde a sus
posibilidades, pues temían que las incertidumbres e inestabilidades costaran
ser asumidas por ellos.
Carmen, con su siempre sonrisa fácil,
solía suavizar cualquier situación con alguna treta, de esas que siempre tienen
las mamás.
Los gastos se hacían cuesta arriba y encima
el coche ya necesitaba tantos ajustes como la boca de los chicos o el toldo de
la solana.
Fue justo ese día, en esa curva
cuando todo desembocó en una pérdida de dirección y salida de la vía para
quedar empotrados tras el quitamiedos de la carretera.
NO tardó mucho en llegar la Guardia
Civil para organizar y entre pitadas, agilizar un tráfico ralentizado por la
curiosidad de la escena, a la que poco a poco, las sirenas ponían banda sonora.
Los bomberos con la celeridad que la situación
requería enderezaron los desperfectos, mientras desde la ambulancia,
pacientemente... aguardaban para colocar el nuevo guardarrail.
Desafortunadamente los problemas que soportan muchas familias hoy en dia, hacen que las preocupaciones sean constantes y que en un segundo nos distraigan...
ResponderEliminarCuando estamos en la carretera un segundo de distracción se puede pagar tan caro que no hay vida para costearlo.
Y por eso se nos la lleva... esos malditos guardarrailes, mientras la cotidianidad sigue haciendo como si nada...
Me gustó esta entrada, es como una crítica a la sociedad actual, puntos negros de los que no nos quejamos con suficiente fuerza, y si lo hacemos no se nos escucha, la vida sigue por muy mal que estén las circunstancias, ya parece que estamos puestos a todo, hasta las peores desgracias... exactamente igual que lo que vivimos económicamente ahora en España...
Siento hacer este símil, de un relato que hiela la sangre.. es tan triste que una familia pierda la vida porque los problemas le distraen en una carretera y ver como todo sigue como si nada... pero es que me vino a la cabeza esto, tal vez porque no quiero pensar en todas esas personas que por desgracia no estarán después de las vacaciones. Ojala todos volvieran. Ojala no hubiera preocupaciones, ni guardarrailes asesinos, ni tanto miedo, ni angustia, ni muerte.
En fin... cuidado con la carretera a todos los que salgan estos días de vacaciones.
Besitos mediterráneos.
Triste como el panorama actual. Parece que a veces solo falta un pequeño empujoncito para que la torre de naipes se desarme, la visión es tanto o más profunda si cabe.
EliminarBesitos.
Un relato duro, Enmascarado, lleno de realismo crudo y tristeza. Buena visión crítica de la realidad que nos envuelve.
ResponderEliminarUn abrazo,
Gracias Pedro. Duro es el camino, cruda la realidad, pero solo es cuestión de adaptarse y buscar el camino.
EliminarUn abrazo.
En un segundo la vida te cambia para siempre...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Siempre que te quede vida. Recuerdo unos vecinos que fallecieron en el accidente de Spanair. Nuestra vida cambió, pero su ausencia fue igual que un párrafo sellado con tipex.
EliminarBesitos.
Realmente a veces le damos demasiada importancia a cosas que nos acaban apenando, cuando la verdadera pena es no disfrutar de vivir. Muy duro. Eso si es un cambio horrible.
ResponderEliminarAbrazos.
Cuánta razón tienes, amigo Miguelángel. Somos tan dependientes y vivimos tan apegados a lo material, que vivimos ciegos y menospreciando todo lo puro y gratuito a nuestro alcance.
ResponderEliminarPero se aprende.
Un abrazo.
...Y pasar a formar parte de la estadística, un número más.
ResponderEliminarHay días en los que es complicado centrarse,concentrarse.
Cada vez estoy más convencida en lo importante que es vivir el momento pero a veces cuesta tanto hacerlo.
Buen finde y un abrazo.
xulita
En eso consiste xulita, y se logra, siempre que las responsabilidades no te superen. El disfrute está en lo más sencillo, la evasión en muchos casos es la imaginación.
EliminarMejor semana para ti.
Un abrazo.
La vida es tan frágil...
ResponderEliminarEn cualquier curva puede esperarnos el final.
Me ha dado pena.
Bueno, prometo intentar algo más animado la próxima vez.
EliminarPues si me estáis todos dando el pésame, yo solo los creé, pero no me tocaban nada.
Abrazos Toro
Triste final para un día de preocupaciones que distraen la atención cuando menos ha de distrerse.
ResponderEliminarCoincido con Gala plenamente en todas sus palabras, y por no extenderme, te diré que esta asociación de tu micro con la vida real que desgraciadamente hoy nos acontece, debiera pasar a la antología de los mirorrelatos 13J, lo malo es que posiblemente haya un 20J, en el que también lamentar algún micro que nos conduzca al desamparo y a la desesperanza.
¡Ojala todos volvieran de sus vacaciones!. TODOS. Algunos para arreglar el desaguisado, otros para iniciar los guisos de pan duro y sopa que se avecinan. Triste.
Besos Enmascarado ¡buen micro!.
Gracias Laura, ciertamente, después vendrá un 20J y tantos más, pero lo que hay que aprender es a vivir con lo puesto, a disfrutar con lo puesto y a que la felicidad no tiene nada que ver con lo material.
EliminarBesitos.
Triste entrada, triste vida y triste accidente...cuando leo algo así me viene a la mente el que tuvo mi hermano causado por un conductor que venía de fiesta, resultado 70% quemaduras de 2 y 3 grado y su vida en un hilo de perderla. Triste destino
ResponderEliminarLo siento mucho Sidrina, mi intención no era descubrir ese tipo de vivencias. Yo también las tengo cercanas y siempre están ahí.
EliminarUn abrazo a ambos.
Después de leer este triste y sentido post, solo puedo decir que... hay unos con poca suerte y unos hp con demasiada
ResponderEliminar“””””Telefónica renueva su contrato a Iñaki Urdangarin por 1,5 millones de euros anuales””””
anda que…
Besos
Yo por eso no me preocuparía ana... esta familia ya ha perdido todo lo que podía perder.
EliminarAcepto tu pésame también, gracias.
Besitos.
Ah, las preocupaciones que no nos permiten prestar atención cuando se nos juega la vida.
ResponderEliminarEsta ficción, de tan real, estremece.
Durísima coyuntura, doblemente filosa por cuanto es despareja e injusta.
Gracias por llegar hasta mi casa, Enmascarado. Seguí el reguero de miguitas que habías dejado y arribé a la tuya. Continuaré visitándote: veo que tenés muchos amigos, seguro no ha de molestarte una más.
Besos!
Gracias Patricia, mejor obviar preocupaciones que pasar a formar parte de los listados de desgracias.
EliminarMe alegra tu visita y...claro que tienes cabida, en esta casa quien llega es por gusto, espero que estés cómoda.
Besos cordobeses desde las canarias.
Duro relato; impecable narrativa!
ResponderEliminarabrazos Enmascarado
Gracias escarcha.
EliminarAbrazos.
Vaya con la curvita, como si hiciesen falta más curvas al tortuoso camino que tenemos por delante, y así es, le seguimos añadiendo curvas, la 13J, la 14J, hoy ya la 17J, y subiendo.
ResponderEliminarGracias por el relato Enmascarado. Abrazos
Mucha razón, amigo, parece que vamos a tener un "Grand prix" de verano, invierno y...cuántos más. Esperemos que las curvas no se termnen haciendo insalvables.
EliminarGracias a ti.
Un abrazo.
Duro el micro, y sé que puede ser así, esas preocupaciones que pueden desorientar lo suficiente como para acabar en esa curva.
ResponderEliminarY como dice Arte Pun tenemos unas cuantas por delante. Hay que intentar disfrutar dentro de lo poco no venga aún mañana con más rebajas.
Besitos
Así es, tenemos un camino de curvas como para ir dando nombre a cada una, así que mejor vivir de la mejor manera posible.
ResponderEliminarBesitos.