sábado, 16 de agosto de 2014

La estirpe de pacos sanabrias

No era extraño que en todas las fotos de El rosal número 24 apareciera siempre como si fuera una marca de agua la sonrisa burlona de Paco Sanabria II. A pesar de que todos los pacos sanabrias posteriores cambiaban de profesional y por supuesto de cámara, allí aparecía siempre la sonrisa burlona de fondo en cualquier foto familiar. Al final terminaron por pensar que como ya estaba muerto y no tenía otra cosa que hacer, nunca faltaba a su cita.
A la de Paco Sanabria III, con sus 17 hijos, en tres filas, sobre taburetes, de pie y de rodillas. O en la foto del IV Sanabria, con esa ricura que era su parejita, los dos vestidos de encajes.
Todos los Sanabria familiares repetaban la estirpe y se enorgullecían de ser los verdaderos pacos, ya que no ocurría con otros miembros de la descendencia.
 Llegado el turno de Paco V de Sanabria, comenzaron los problemas: sus gustos invertidos, el poco interés por la descendencia -el cual suplía con gatos-, su afición a esos extraños "selfies" familiares y ese viejo problema de alergias, producían que en todas las imágenes aparecieran esos fondos gelatinosos y salpicados, que parecían el anuncio de que la estirpe  de los pacos sanabrias llegaba su final.
 
No soy Paco, ni me apellido Sanabria, pero algo de fantasma sí que es posible que en esta aparición haya. Uuuuuuuuuh
 
 

jueves, 16 de mayo de 2013

Adivina adivinanza




El cabo Hopkins repartía las cartas con la izquierda.
Uhm… Gina, su viuda, era aún más ágil con la derecha.
Charly, el repartidor de los recados tenía fama de amanerado.
Spencer en cambio tenía todo ese lado escayolado.
Yo en cambio, ambidiestro. Lo que la derecha se curraba, la izquierda se lo beneficiaba. Y si no… que le pregunten a Gina.
Pero, si los cuatro posábamos la misma mano sobre la ouija…
¿Quién me cruzó el lado derecho de la cara?

 

Estimados seguidores, si es que aún sigue alguien por aquí. He decidido manifestarme. Y aunque éste no llegó a tiempo para el concurso del REC, lo tenía en la cabeza y al final lo escribí.
Hay muchos motivos para manifestarse, lo sé, pero hoy he decidido hacerlo de la manera menos agria posible, porque de la otra me expresaría y me expresaría y me expresaríiia.......
¡Y lo haré!
No sé cuándo volveré, ahora me encuentro en el más allá de las letras y con esta falta de sintonización os podéis imaginar el pluriempleo de mis musas.
Encantado al menos de poder escribir esto



lunes, 14 de enero de 2013

Aire


Imagen para la propuesta mensual de "Esta noche te cuento".



La imagen que ahora memorizo es difusa, pero recuerdo que todo comenzó al presenciar casualmente como un hombre, de aspecto rudo, asfixiaba a Carmen, mi vecina.

Mi situación ya era extrema, tras el forcejeo con Ángel perdí el conocimiento y al despertar me encontraba maniatada y encerrada dentro de algo que podría ser un ataúd.

¿Cómo imaginar que con las prisas para no ser vista olvidaría las cartas sobre el muro?

Tratando de no perder la calma, tanteándome, encontré un encendedor que el muy sádico había colocado. Estaba dispuesto a hacerme sufrir.  

Durante todo el día el revuelo policial en casa de mis vecinos me tenía inquieta, pero más aún cuando comprobé que quien dirigía la operación era un tal Ángel Castro. Creo que nos reconocimos al mismo tiempo, él mi pánico y yo su mirada de satisfacción.  

Con el encendedor pude ver lo delicada que era mi situación, hilos de arena se filtraban por las fisuras del cajón. Dentro de mi angustia iba notando cómo me quedaba sin aire.

Cuando más asfixiada estaba comencé a tomarle gusto a mi mordaza. Eran los labios de Ángel, mi marido, con sabor a rico y reanimante café.

Tan rudo para unas cosas…


Este texto que leéis corresponde a  mi participación de enero en el blog "Esta noche te cuento" -seguid enlace si queréis colaborad con comentarios o leer al resto de los micros participantes-. Ultimamente ando algo desligado de vuestra lectura y de la escritura también. Esto es achacable a que mi trabajo requiere de atención, pero claro, esta atención me aleja de aquí y mis musas se cabrean y me las tengo que camelar más de la cuenta. No sé cuando podré volver a una regularidad ya que la cosa está delicada. Hasta otra y espero ir recuperando hábitos según pueda.

sábado, 29 de diciembre de 2012

Agridulce Navidad





Si hay una Navidad especial fue justamente aquella, la primera que marcaba el “después de”.
Mis padres, recién separados y yo aún pequeño y tratando de encajar hechos y actos que tal vez por mi edad fueran inasumibles.
Mi padre no dejaba de recalcarme acerca de algo que yo no comprendía lo que eran, “limitaciones económicas”. Lo cierto es que hoy sé que pese a que siempre tuve de todo, ese año el “de todo” fue de inolvidable recuerdo y él se encargaría de ello. De China llegó el árbol más bonito y luminoso que nunca había visto, y tapaba a la perfección el hueco ocupado por tanta pared vacía.
Lo mejor de todo, era que tenía más tiempo para darme abrazos y estar conmigo, incluso aunque sé que a él no le gustaba mucho podíamos dormir en la misma cama acurrucaditos. Además, aunque mis escasos gustos culinarios le sacaban de quicio, siempre terminaba haciéndome postres de chocolate. Como aquella vez que nos embadurnamos la nariz, jejeje.
Nuestra gran duda era con los reyes magos ¿cómo sabrían la dirección de papá, si en cuatro meses fueron tres apartamentos? por tanto, supusimos que todo, como tantas cosas, quedaría en mi casa de mamá.
Llegó el ansiado día y despacito me levanté sin despertarlo en busca de una sorpresa que… ¡vaya sorpresa! Junto al platito vacío de las galletas para los camellos y la copita de coñac vacía que papá dejó para los reyes, un paquetito pequeño de colores que nadie había dejado ahí. Mis gritos de reclamo a papá hicieron que casi llegara volando, ya que no tardó ni medio segundo en asomar la cabeza… con su cara de estupefacción. Pese a que el papel salió fácil, mi sorpresa fue encontrar un chisme que mi padre me tuvo que decir que era un MP4, que era algo muy lol y que…tenía grabadas canciones y videos de Michael Jackson. ¿Cómo sabrían ellos la música que me gustaba?
-Este año sí que se lo han currado los reyes –me decía- al menos hasta las 5 habrán estado grabando todas esas cosas.
A mí terminó por parecerme mi mejor regalo y aunque aún no comprendía esa cara de satisfacción de mi padre cuando me preguntaban por mis regalos de reyes, yo todo contento no dejaba de repetir a nadie que entre mis regalos hubo uno especial que inexplicablemente los reyes se lo había currado montón de rato para buscar y grabar mi música favorita.
Este año, aunque vuelven las “limitaciones económicas”,  ya comprendo lo que son pero estoy seguro que su magia y mi madurez podrán con ellas.

lunes, 24 de diciembre de 2012

Feliz navidad




Queridos amigos y lectores, mi falta de tiempo hace que no lleve esto como debería, pero no quería dejar escapar la ocasión para felicitaros por las fiestas. De alguna manera quiero dedicaros algo de espíritu navideño y para ello, vuelvo a usar a mi elefantito de trompa partida, que protagoniza un cuento navideño. Además, de paso he decidido presentarlo a la propuesta mensual de “Esta noche te cuento”. Sé que es algo ortodoxo para el tema, ya que la idea es contar una historia de cómo se vive la navidad infantil, pero los que nos escondemos detrás de máscaras o usamos personajes de ficción para contar verdades, temores o deseos, sabemos que es otra manera de abrir la imaginación o de recrear dentro de la fantasía un buen deseo, una buena causa. Es por ello que decido presentarlo y os invito a que lo leáis y si os gusta lo apoyéis para que se expanda como ese polvillo cargado de alegría e ilusión que la Navidad tiene y que siempre nos atrapa.
Para todos los que alguna vez decidisteis leerme, para los más fieles y para los que quieran y tengan ilusión por celebrar estas fechas, para todos, os deseo una FELIZ NAVIDAD.

La Navidad del elefantito
/Y\
oOo
oOº0ºOo
De tanto oír a los niños del lugar,
el elefantito sin trompa quiso probar.
¡Navidad! bueno tenía que ser,
ya que todos su alegría dejaba ver.
-“Solo es cosa de ilusión”, oía a los mayores,
“regalos para todos los que no han sido los peores”.
-¿Yo cómo habré sido?
¿Seré malo y por eso mi trompita se me ha partido?
Hablan de un tal “Papá Noel”,
buscaré la manera de que me encuentre… o yo a él.
Dicen que baja por chimeneas, trepa balcones y también que llega volando en trineo.
Le pediría un cencerrito, para que nadie se asuste y oiga mi tintineo.
¡Ya sé! El árbol más frondoso y bonito buscaré,
y para comer por el camino sus frutos y ricas hojas le guardaré.
Después de un arduo trabajo, que en ningún momento le pudo, por su gran expectación,
rendido a pies del árbol quedó dormidito sin saber que le llegaría su ocasión.
Entre sueños oía cascabeles, ruido de celofanes y renos que daban grandes resoplidos.
No lo podía creer, Papá Noel de blancas barbas, su regalo zarandeaba entre los más bellos sonidos.
La Navidad también premió al elefantito,
sin trompa, pero contento y orgulloso con su cencerrito.

*******************************************
************************************************
**************************************************