martes, 7 de febrero de 2012

Otra historia de amor



Quería escribir una historia de amor, pero tras varios intentos con distintas emociones que sacar, entre los sentimientos de mi corazón lo vi, titubeante y huidizo.
Oculto, tras alguna que otra historia fantástica…al fondo, cerca de los recuerdos bonitos, dentro de la caja que guarda toda mi niñez.
¿Cómo era posible que hubieran estado tanto tiempo olvidados?
Abriendo recuerdos, encontré algo maravilloso, eran mis sentimientos juveniles. Hoy día algo marchitos, pero inalterables a los ojos de mis trece años.
Cosquillas en la barriga, descansaban junto a los rubores al tropezarme de cara con la chica que soñaba. Mentes en blanco y situaciones de trágame tierra. Palabras que no salían, vergüenza y mucha timidez.
Amores verdaderos de trece años, que destapan si cabe una sana y mojigata visión de algo incontrolable, pero nunca cuestionable.
Quería con esto recordar mis trece años, los mismos que cumple el gran amor de  mi vida, el que lleva mi sangre…que de una u otra manera, late pulso a pulso por otro corazón. Parecido, comprendido. El de mi niña, que en tan poquito, se me ha hecho mujer.
Hoy escribo otra historia de amor. Proyectado, guiado y supervisado.
A partir de poquito me imagino que un poco menos compartido, ajeno, paralelo…espaciado.

10 comentarios:

  1. Ohh, que historia tan bonita.
    Me gustó mucho ese paralelismo de los amores de juventud con el de tu niña.La inocencia, el cosquilleo, las mariposillas, las miradas indiscretas y esa vergüenza que nos atrapaba...

    La verdad es que son recuerdos mágicos... disfruta ahora de los de tu niña...crecen tan rápido que parece que se escapan de entre las manos...
    Seguro que ella es feliz, proyectada, guiada y supervisada por tus consejos... aprovecha mientras puedas... y disfruta de verla ilusionada.

    Besitos mediterráneos.

    PD: no fuí a Girona de vacaciones, sino por trabajo, lo cual tiene menos gracia, pero aun con todo, fué un viaje fantástico.
    Más besos.

    ResponderEliminar
  2. Gracias Gala, hago lo que puedo para no despistarme.
    Besitos.

    ResponderEliminar
  3. Hola Enmascarado. Que bonita “Oda” de amor para empezar el año blogueril
    Nada más bonito que el amor y la complicidad entre padre/ hija.
    Tienes suerte y tu niña también, en poder disfrutar del día a día -juntos o en paralelo- siempre será muy bonito para ti y súper importante para ella.
    Ya sabes (lo dije alguna vez por otros lares) que mi padre es mi estrella y mi norte y solo lo pude ver hasta mis 12 años y 7 meses. Ya ves que no es solo la cantidad sino la calidad, lo que deja marcas desde muy temprano.
    Saludos y que la buena” vibra” os acompañe siempre. :)

    ResponderEliminar
  4. me ha conmovido tu historia de amor, pasada y proyectada en la niña que lleva tu sangre!!!!!

    abrazos enmascarado!!

    ResponderEliminar
  5. Ver crecer a los hijos es un arma de doble filo, los que tenemos hijos comprendemos a la perfección tus miedos. Me ha gustado tu historia

    Saludos

    ResponderEliminar
  6. Gracias ana..., me alegro de que te gustara. Como tú dices, espero mantener la buena "vibra", no es tan dificil.
    Besitos

    ResponderEliminar
  7. Gracias escarcha, cuando llamamos al amor, espantamos a los fantasmas del dolor.
    Un cálido abrazo.

    ResponderEliminar
  8. Gracias Paloma. Cierto es que solidarimmos nuestros miedos, pero es una apuesta irrenunciable que suele compensar siempre.
    Saludos desde tierras cálidas.

    ResponderEliminar
  9. Ya te lo ha dicho Gala.
    Disfruta ahora de ella.
    El tiempo pasa volando.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  10. Gracias Toro. Con tacto y paciencia...espero.
    Saludos

    ResponderEliminar